SALUTACIÓN A LOS LECTORES

Este blog de análisis y reflexión, nace con la pretensión de contribuir al debate sobre el futuro y la SOStenibilidad del Sistema Sanitario Público en España, desde la óptica de los valores y principios de la Bioética, asumiendo la calidad y la excelencia como imperativos éticos.

viernes, 30 de diciembre de 2011

SI YO FUERA EL MINISTRO DE SANIDAD





Recuerdo con nostalgia aquel programa televisivo de los años 80,  presentado por el desaparecido periodista Fernando García Tola y titulado: “Si yo fuera Presidente”.
Era una buena ocurrencia, facilitadora de la libertad de expresión, así como una manera inteligente de acumular ideas populares sobre la gobernabilidad democrática de nuestro complicado país.
Evocando ese juego, me permito aportar algunas de las iniciativas que llevaría a cabo “si yo fuera el ministro de sanidad”… y me dejaran hacerlo:
1-Recuperaría inmediatamente todas las competencias sanitarias, eliminando la transferencia a las comunidades autónomas.
2-Potenciaría la Atención Primaria, separándola de la atención hospitalaria y generando nexos lógicos, coherentes y capaces de garantizar la continuidad asistencial.
3-Reservaría los hospitales para las patologías no abordables en el domicilio del paciente y con expectativas reales de curación o mejoría.
4-Crearía instituciones asistenciales para enfermos crónicos y terminales.
5-Fomentaría la Educación Sanitaria desde la escuela primaria.
6-Volvería a la anterior estructura jerárquica en la dirección de los hospitales públicos: Director, Administrador y Jefe de Enfermería.
7-Eliminaría las consultas médicas sin la presencia física de una enfermera (Tanto en los centros de salud como en los hospitales)
8-Acabaría con la funcionarización de los nuevos profesionales sanitarios.
9-Potenciaría la autoridad del médico y el protagonismo del enfermo.
10-Contrataría farmacéuticos en todos los centros de salud.
11-Implantaría un copago disuasorio para el uso de los servicios sanitarios.
12-Racionalizaría las plantillas de personal, los puntos de atención médica y la red hospitalaria estatal.
13-Persiguiría y sancionaría el absentismo injustificado e insolidario.
14-Despolitizaría todo lo posible la Sanidad.
15-Estimularía la compatibilidad de docencia con asistencia e investigación
16-Trabajaría por la importancia de la Medicina Preventiva.
17-Fomentaría la mejora de la Medicina Paliativa: Nadie debe morir con dolor y sin la adecuada asistencia específica.
18-Mejoraría la Seguridad de los Pacientes, aprendiendo de los errores.
19-Intentaría convencer a la ciudadanía de que, en lo concerniente a Sanidad, gozamos de derechos pero también tenemos deberes.
20-Crearía la tarjeta sanitaria única, válida en toda España.
21-Dotaría de servicios de Medicina Legal y Bioética, para proyectar sosiego y mayor seguridad jurídica en la actividad cotidiana.
22-Alentaría la impregnación de valores, favoreciendo la existencia de comités éticos asistenciales y de investigación.
23-Impondría la evaluación continuada de todos los trabajadores sanitarios, con reflejo directo en sus sueldos.
24-Lucharía por la práctica generalizada de una medicina basada en la evidencia científica y  en la conciencia humanística.
25-Perseguiría la calidad como imperativo ético.
26-Realizaría campañas, en los medios de comunicación, para explicar los verdaderos objetivos del Servicio Público de Salud y cuales no lo son: Felicidad, Inmortalidad, Salud total y permanente…
27-Convencería a las autoridades académicas para integrar, conceptual y arquitectónicamente, las Facultades de Medicina y los  Hospitales Docentes.
28-Incentivaría la investigación a pie de cama, en los servicios centrales y asistenciales,  siempre respetando al paciente y en su beneficio.
29-Procuraría conseguir el mejor trato entre profesionales y enfermos, prohibiendo el tuteo generalizado y otorgando al acto médico, la importancia y trascendencia que nunca debió perder.
30-Contrataría a los mejores para el óptimo servicio a los ciudadanos e intentaría remunerarles y reconocerles según formación, esfuerzo, responsabilidad, eficiencia, interés por los enfermos, capacidad de resolución y conducta deontológica, muy lejos del actual “café para todos”







miércoles, 9 de noviembre de 2011

EURODOLAR Y GENEROSIDAD


En dos cruciales momentos del pasado siglo, fueron los norteamericanos quienes resolvieron la encrucijada bélica en la que estaba sumida Europa. Ambas guerras mundiales terminaron gracias a su intervención.
Actualmente, por ventura, no estamos inmersos en un tercer conflicto armado pero… si que vivimos una crisis económica y social, extremadamente seria.
Irlanda, Grecia, Portugal, Italia, España, Bélgica, Francia… si esto no es Europa, tendremos que hacer todos de nuevo el bachiller.
No parece claro que vayamos a ser capaces de salir solos de la hecatombe financiera en la que estamos inmersos, y siendo así: ¿Quién podrá acudir en nuestra salvación?
Difícilmente me imagino a chinos y coreanos, sufriendo tanto por el desplome de Europa y por el fiasco de nuestra moneda común, como para venir con sus monedas, a rescatar del arroyo a la nuestra, tampoco nunca Rusia (al menos, sola) se caracterizó por liderar una solución para Europa (a la que, en parte, pertenece).
El Estado del Bienestar es un feliz invento europeo que ha ofertado confort y tranquilidad a millones de ciudadanos, durante algunas pocas generaciones… pero no parece estar asegurado para el incierto futuro que se vislumbra, y eso, bien lo sabemos en el sector de la Sanidad Pública.
Somos 7.000 millones de personas, en un planeta con recursos limitados y en el que todos anhelamos lo mismo: una vida digna con amplias expectativas de mejora, sumida en la dinámica del consumismo. Esta situación, nosotros los europeos junto con los americanos del Norte, somos quienes más la hemos disfrutado.
Se ha llegado a la actual debacle, por la codicia y la irresponsabilidad de unos cuantos, muchos de ellos de aquella orilla del Atlántico. Pero no absolutamente toda la culpa es de los banqueros de aquí y de allá, también es cierto que la mayoría hemos vivido una falacia, consistente en comprar lo que no necesitábamos con el dinero que no teníamos.
Siempre se habla de los valores refugio, que son muy pocos: oro, otros metales preciosos y el dólar USA. Los metales son los que son, independientemente de las manos (cámaras acorazadas) en las que estén… pero lo del dólar es otra cosa… es confianza en la economía más fuerte del mundo, la del país que lo ha venido liderando en los últimos tiempos, los Estados Unidos de América.
Asumida la incapacidad de nuestros diversos gobiernos nacionales-europeos y la escasa solidaridad real entre ellos…
…¿De verdad se quiere salvar al viejo continente, cuna de nuestra cultura, nuestro pensamiento, nuestra forma de vida… y la de ellos?
Pues, acuda el dólar en defensa del euro. Acúñese ya esa divisa: el eurodólar, y refuércese con su valor el deteriorado prestigio del euro. ¡Claro que para eso sería necesario una gran generosidad por parte de lo yankis!… pero, ¿Acaso no la demostraron en las dos anteriores ocasiones? ¿Alguien ignora a los miles de jóvenes americanos que perdieron la vida, luchando en el corazón de Europa?. ¿No existió el Plan Marshall?... ¿Hemos olvidado el Puente aéreo sobre Berlín?.

lunes, 24 de octubre de 2011

BICICLETAS, SALUD, RIESGO Y RESPETO


Nadie pone en duda lo saludable que es el uso de este vehículo de transporte personal y propulsión humana. La actual bicicleta  tiene ya casi dos siglos y está en pleno uso…. tanto que se cataloga  a una determinada ciudad, como más o menos moderna, según la cantidad de ellas que se ven por sus calles.
Es sana, ecológica, sostenible y económica: está presente en nuestro imaginario colectivo, recordándonos a ciertos países donde su uso es mayoritario (China , Holanda, etc.)
El ciclismo es uno de los deportes más valorados y seguidos, constituyendo sus competiciones, auténticos eventos internacionales: Tour de Francia,  Giro de Italia, Vuelta a España…. Los “esforzados de la carretera” son reconocidos y admirados por todos.
Este invento está unido a la infancia-adolescencia de cada uno de nosotros y constituye un alegre y simpático símbolo del inicio de nuestra libertad y autonomía personal.
Lo expuesto y mucho más, en defensa del artefacto… pero la cuestión a analizar ahora es: el exclusivo hecho de ir montado en una bicicleta… ¿concede derecho de paso absoluto, por cualquier lugar, en todo momento?
¿Tiene lógica que las aceras de nuestras ciudades, hayan devenido en un espacio hostil, arriesgado y peligroso, a causa de las bicicletas?
Como bien la define el diccionario, se trata de un “vehículo” que no funciona a motor, pero no por ello pierde su naturaleza de artilugio móvil y potencialmente lesivo (para quien lo monta y para terceros… que además no lo disfrutan).
En un contexto de escaso respeto hacia el interés y el derecho del otro, la legión de ciclistas que inundan los ámbitos reservados, hasta ahora, a los peatones, se constituye en una de las mayores amenazas urbanas de nuestro tiempo.
Es verdad que faltan carriles exclusivos, que es lo que garantizará la convivencia entre unos y otros, pero... su ausencia no justifica el constante riesgo de atropello, al que estamos expuestos los que caminamos sobre nuestros zapatos.
El ciclista suele proteger su cabeza con un específico casco, pero tiende a descuidar la protección de quienes pasean o deambulan, en una dinámica de sorteo de “bultos andantes” con los que, antes o después, acaba colisionando, normalmente para perjuicio del más débil, por desprotegido y por desprevenido.
Yo he asistido al alcance de un niño, por un atolondrado ciclista que se permitió el lujo de afear la conducta a su madre, por no haberlo tenido suficientemente bien sujeto, evitando que se soltara de su mano (todos sobre la misma acera, por supuesto). En ningún momento se interesó por el daño causado y rápidamente se marchó, montado en su ecológica máquina, por si alguien lo identificaba. Es cierto que una mezquina conducta como la descrita, no permite la generalización del rechazo, pero me temo que no se trata de un solo caso.
Lo anterior contrasta con la actitud mantenida por algunos de estos ciudadanos-deportistas, cuando, circulando por el llamado carril-bici, observan que algún caminante ha “invadido” su territorio. Aparte de pitarle, gritarle y amenazarle con no parar, con frecuencia le insultan estrepitosamente, por el hecho de pasear “por donde no le corresponde”
Lo dicho para bicicletas, es perfectamente aplicable a los de las motocicletas. Los hay que atraviesan plazas y calles peatonales, hasta aparcar su moto donde más les interesa, si es posible, justo en la puerta de su empresa, o del bar al que acuden, sin miramiento alguno hacia quienes por allí se mueven y poco o nada conscientes de la alta potencialidad lesiva del vehiculo que conducen.
En conclusión: A favor de lo saludable, pero en contra del escaso o nulo respeto al otro y de la pésima educación colectiva, también demostrada con este motivo.
Valga como crítica a la absurda e ilegal tolerancia-permisividad, mantenida hacia estas peligrosas conductas, por parte de la autoridad competente… (¿)
¡Si sano es el ejercicio y defendible la bicicleta, más protegible aún, debería ser la integridad física de las personas!

lunes, 17 de octubre de 2011

TODOS SOMOS GRIEGOS


Es cierto que ese país no atraviesa su mejor momento y que tal vez sean los propios griegos, los más responsables de su actual mala situación, pero…
… ¿Acaso no somos los demás, griegos también?
¿No comenzó todo en sus ciudades-estado?
Grecia es la cuna de nuestra cultura, nuestra filosofía, nuestra lógica y nuestro arte, de una de nuestras lenguas madre y de la astronomía, las matemáticas, el olimpismo y la democracia…
¿Puede permitirse el mundo occidental, fruto maduro del helenismo, ver caer a Grecia?
¿Debemos permanecer impasibles, convencidos de que se trata, exclusivamente, de un problema económico?
Todo cuanto hacemos, y la forma en que lo llevamos a cabo, posee una honda impregnación, proveniente de esa mágica tierra, matizado y enriquecido después por Roma… casualmente otro lugar con problemas financieros, como los de España.
Fue España quién trasladó la cultura greco-romana y también la judeo-cristiana al Nuevo Mundo, junto con Portugal (aunque no geográfica, cultural y sociológicamente mediterráneo), otra nación “intervenida” por sus serios problemas monetarios.
¿Qué está pasando con la Europa del “mare nostrum”?
¿Se ha agotado la genialidad de sus gentes?
¿Realmente constituimos una panda de perezosos, malgastadores y derrochadores, a los que no hay más remedio que reconducir?
¿Carecen de ética en Grecia, allí donde se inventó ésta, igual que el canon estético?
¿Somos incapaces de disfrutar del estado del bienestar, sin arruinarlo?
Ésa es la imagen de nosotros, que se está proyectando desde  naciones  germánicas, anglosajonas y escandinavas.
Me parece un análisis parcial, pobre, simplista… y escasamente culto. Seguro que hay otras claves, que no se están contemplando adecuadamente.
Antes, ya sucedió en un país sudamericano tan cercano a los nuestros como Argentina, de la que escuché un comentario, que me sorprendió jocosamente, por lo acertado e inteligente: “los argentinos son italianos, que querrían ser franceses y hablan en español”
¿Seríamos como somos, sin Fideas, Homero, Sócrates, Platón,  Aristóteles o Mirón? ¿Sin Pitágoras o sin Alejandro Magno? ¿Concebimos la Medicina sin Hipócrates? ¿La Física sin Arquímedes? ¿La Geometría sin Tales de Mileto?
Desconociendo lo que pasará con Grecia, ni la deriva que tomarán los acontecimientos en Portugal, Italia, España… o incluso Francia, pero consciente de la gravedad de la situación, aporto al debate esta reflexión:
Hágase lo que se tenga que hacer, pero otórguese el máximo respeto y admiración a la historia de estas naciones, y a las trayectorias de sus pueblos, cuya grandeza, fecundidad y generosidad están en la base de absolutamente todo el saber de nuestra civilización, heredera privilegiada de Grecia y de Roma, y de nuestro siglo de oro, y de la valiente intuición y ambición de los navegantes genoveses e hispano-lusos, y de la revolución francesa…
El teatro universal y el cine, son el hijo y el nieto del drama heleno,  y por lo tanto de Sófocles y de Eurípides.
¡Mucho cuidado con la puesta en escena, en el sur de Europa, de una nueva y contemporánea tragedia griega!

martes, 27 de septiembre de 2011

ROJAZOS Y FACHAS


¿Cuántos años tienen que pasar, desde la tragedia que fue la Guerra Civil Española, para que, además de olvidar y perdonar los disparates que entonces se cometieron, seamos capaces de desterrar la terminología de esa época?
¿Es tan complicado, para los de derechas, asumir que todo el que no piensa exactamente como ellos, no es forzosamente un “rojazo”, y para los de izquierdas, aceptar que cualquiera que es de derechas, no por ello es necesariamente un “facha”?
Lo lamentable del caso es que, la inmensa mayoría de los que utilizan esas malditas y desfasadas denominaciones, no vivieron los dramáticos acontecimientos que se  produjeron en el pasado siglo (por motivos biológicos obvios).
No nos lo podemos tolerar, como nación ni como pueblo. No es útil, ni es sano.
¿Puede aceptarse como normal que, quien considera su posición política más próxima a un partido de izquierdas, crea que el resto, además de estar profundamente equivocados, son correligionarios del “fascio”, o que el ultramontano de derechas tilde, con total naturalidad, de rojos-rojazos a los que no coinciden plenamente con su pensamiento ideológico?.
… Y esto, después de más de 30 años contando con una  Constitución consensuada y plural.
¿Sería mejor que todos, absolutamente todos, pensáramos lo mismo?... ¿Hemos olvidado los odiosos regímenes de partido único, con ausencia de oposición legal y persecución brutal de la clandestina contestación real?
¿Al de “derechas”, le interesa que no exista la “izquierda”, ó a la inversa?
¿Es imposible, no ser de izquierdas ni de derechas: ser “librepensador”, o simplemente “de centro”, o incluso de nada (políticamente hablando) y votar, cada vez, a quién se considere, en ese momento, más acertado en sus propuestas?
El que así obre… ¿es un facha y en los siguientes comicios, un rojazo?
Creo honestamente que esto tenemos que trabajárnoslo conjunta y colectivamente, para homologarnos de verdad al grupo de los países occidentales democráticos.
¡Ya está bien de etiquetas!
¿Quién se arroga la autoridad para establecerlas?
¿Según qué anticuados criterios?
¿A quién beneficia este vestigio del pasado?
¿Con qué derecho, el uno procede a “estabular” al otro?
¿Sabe la inmensa mayoría de la población española que vota en las urnas, lo que fueron: el fascismo, el nazismo, el leninismo o el estalinismo?
¿No se dan cuenta de que, etiquetando al enemigo político con esa radicalidad, son ellos quienes se catalogan como radicales?
Claro que existen extremistas de izquierdas y de derechas, como en cualquier otro país (con frecuencia, poco dotados de inteligencia autocrítica)… pero no todos los de derechas son “fascistas”, ni todos los de izquierdas son “rojazos”… además, existe el centro político, o al menos sociológico, aunque los políticos profesionales, insistan en que no es viable, porque a ellos, más que a nadie, les interesa el bipartidismo. Pobre lugar éste, en el que todo lo que no es "derechona" es... "rojería".
Valga esta reflexión, ante la proximidad de elecciones generales, convocadas ayer (26 de Septiembre) para el día 20 de Noviembre de 2011.

martes, 9 de agosto de 2011

"AGUA PARA TODOS"



Con esta acertada frase, desde la Comunidad Autónoma de Murcia, se reclama el imprescindible líquido elemento para nuestras pre-desérticas tierras.
Ésa ha sido siempre la carencia fundamental de esta región.
El agua que procede del Tajo, es vital para el mantenimiento del actual nivel socioeconómico.
No debe olvidarse que se viene pagando  “religiosamente” desde su llegada, hace más de 30 años.
Nuestra Constitución señala, muy acertadamente, que el agua es un bien común, propiedad de todos los españoles, sin especificar un mayor derecho por exclusivos motivos de cercanía al lugar de origen o porque transcurra por un determinado territorio.
Entendiendo que, si no mayor, tampoco sería lógico un menor beneficio para el lugareño-ribereño. Lo sensato y factible es garantizar el agua a quién la tiene y permitir disponer del excedente al que, de manera tan perentoria, la necesita.
Ahora que se vislumbra una alternativa en la política nacional, de nuevo surgirá la polémica hidráulica y todos deberán demostrar cual es su verdadero grado de racionalidad y solidaridad.
Es un hecho, y así lo afirman los expertos, que unidas la España seca y la  húmeda, contamos con suficiente agua para todos… pues respétese ese dato (coincidente con el anhelado eslogan) y trabájese en su consecución.
Lo producido en cualquier región genera trabajo y riqueza, también para el resto, más aún, si se exporta gran parte de lo cosechado.
Resulta bastante anacrónico y un poco aldeano, aquello de “el agua es mía porque por mi puerta pasa”…
… y ¿para qué están la inteligencia humana, la imaginación y la capacidad técnica, necesarias para diseñar y construir grandes obras públicas de ingeniería?
¿Es el agua salada, exclusivamente de las comunidades costeras? ¿Solo pueden consumir pescado quienes disponen de puertos y de las correspondientes flotas? ¿Exclusivamente acude a la subasta de la lonja, el del restaurante de la ciudad marítima?
Siempre, en Madrid se  ha comido el mejor marisco...¿Lo pescan en el Manzanares?
El comercio (primitivamente, trueque) de bienes y servicios, está en el origen del desarrollo humano. ¿Hemos olvidado que los fenicios vinieron a nuestra península para obtener minerales, aceite, vino, almendra y otros muchos productos mediterráneos, a cambio de baratijas y adornos pobremente manufacturados?
¿Qué pasa con el veraneo de los habitantes del interior? ¿Los multamos  por disfrutar de “nuestras” playas?
¿Se imaginan al policía del calzón corto y blanco, comprobando la residencia habitual de todos y cada uno de los bañistas?
…. El espectáculo sería tan cómico y lamentable como el dialogo que, maliciosa e irónicamente, relato a continuación:

Playa del municipio de Los Alcáceres
Mes de Agosto: Comienzo de las vacaciones
12 horas del medio día
Sol de justicia

Agente uniformado/a-------- Buenos días, por favor, su DNI
Bañista semidesnudo/a------ Pues mire usted, no lo llevo encima
Agente uniformado/a-------- Ya sabe que hay que portarlo siempre
Bañista semidesnudo/a-------Sí… pero hágase a cargo
Agente uniformado/a---------Mañana deberá traerlo
Bañista semidesnudo/a------ Así lo haré.


Día siguiente: Misma playa, misma temperatura, mismos interlocutores:


Agente uniformado/a--------- Buenos días, por favor, el DNI
Bañista semidesnudo/a-------Aquí lo tiene (… ¿donde lo llevaría?)
Agente uniformado/a---------Veo que es usted de Cehegín
Bañista semidesnudo/a-------En efecto, de allí soy y allí vivo
Agente uniformado/a---------Que le sea agradable el baño

Otro veraneante: muy amigo del anterior

Agente uniformado/a-------- Buenos días, su DNI
Bañista semidesnudo/a------ Aquí lo tengo
Agente uniformado/--------- ¿Es usted de Hellín (Albacete)?
Bañista semidesnudo/a-------Si señor, de allí soy
Agente uniformado/a-------- Pues… tiene que abonar una tasa
Bañista semidesnudo/a-----  ¿Es una broma?  No se la ha cobrado a mi “colega”
Agente uniformado/a-------- No señor, es que el Mar Menor es de los murcianos
Bañista alucinado/a---------- Y... ¿si no la pago?
Agente autoritario/a----------Pues... “a remojarse a la balsa de riego manchega”


Hablando en serio:
 ¿Es esta triste y patética parodia, lo que perseguimos para nuestro país?







martes, 26 de julio de 2011

LAS MATRÍCULAS DE LOS COCHES


Hace unos días ha resurgido la polémica referida a la “E” de España, en las placas de matrícula de los vehículos de los ciudadanos catalanes-españoles-europeos. Alguna autoridad (catalana, por supuesto) ha manifestado su conformidad con la sustitución por la pegatina “CAT” de Cataluña (Catalunya)
¿Hasta cuando, el resto de los españoles, tendremos que aguantar tanto desaire, procedente de ese territorio?
¿Cuál es el insalvable problema, en una Europa cada vez más “comunitaria”?
¿No fueron un solo país Suecia y Noruega, y ahora son dos?
¿No estudiamos en el Bachiller aquello de Checoslovaquia, capital Praga… y hoy existen Chequia y Eslovaquia?
La URSS… ¿cuántos países son ahora?
Mejor no mencionar la trágica desmembración de Yugoslavia…
Pero el caso es que nuestro planeta ha seguido girando y, quienes habitaban en esos lugares, han continuado viviendo.
Ya lo dijo, hace 25 siglos, el sabio Heráclito de Éfeso: Nada es, todo cambia.
Siendo de esta manera las cosas y fluyendo absolutamente todo, como lo hacía el agua del río, que motivó la máxima del filósofo, tampoco sería de locos  plantearnos la posibilidad de que dejaran de ser “forzosamente españoles”… … evidentemente, si así lo manifestara (clara, indubitada, pacífica y fehacientemente) la inmensa mayoría de su población.
Cinco siglos de unidad, deberían haber generado un fortísimo sentimiento de pertenencia y cohesión. Los americanos lo han logrado en menos de 200 años, pero parece que en nuestro caso, no ha sido así: algo de razón llevaba el conocido y trillado eslogan franquista “España es diferente”
Si esa comunidad autónoma consiguiera dejar de compartir patria con el resto de los “carpetovetónicos”… al siguiente día: ¿saldría el sol por levante, ocultándose por poniente?
¿Dejaríamos de ir cada cual a nuestro trabajo?... el que lo tenga.
¿Cambiaríamos radicalmente nuestras costumbres, afectos, sentimientos, preocupaciones, hábitos y aficiones?
Ya se que el tema es mucho más complicado: desde la historia, la economía, la política, la defensa, la sociología, la administración, la hacienda pública… Pero la geografía es la que es, y existen unas entidades geográficas que son Cataluña y País Vasco, como otras: Galicia, Murcia, Extremadura, Castilla, Canarias, Andalucía, etc.
La continuidad de una España, integrada simplemente por quienes queramos ser españoles… ¿es un escenario absolutamente imposible, impensable e incuestionable?
¿Es razonable obligar a alguien a estar con quien no desea o detesta, a pesar de que la lógica y la dinámica universal caminen en sentido contrario (unión y no dispersión)?
Tienen un idioma propio, unos límites geográficos definidos y un anhelo independentista fuertemente arraigado y… al parecer, muy mayoritario: compruébese lo que ellos consideran evidente… y si así es: óbrese en consecuencia.
Antes o después, Québec dejará de ser parte de Canadá y Escocia de Gran Bretaña…en Bélgica, los flamencos se separarán de los valones, y con absoluta seguridad, no serán esos hechos, los signos del fin de los tiempos… y en nuestro caso: ¿si que han de serlo?
En Europa convive ahora gente con nacionalidad sueca, noruega, checa, eslovaca, bosnia, eslovena, serbia, rusa, ucraniana…y antes no era exactamente así: ¿ha variado por ello el eje de inclinación de la Tierra?
Tal vez, sin Cataluña, se empobrecería España… más pobres, pero sin aguantar la pesada losa del victimismo y sin que continuamente se nos señale con el dedo (o con las armas, como durante muchos años ha sucedido, provocando tanta tragedia y dolor, en otra comunidad autónoma).
Desde el desconocimiento y la ignorancia geoestratégica, sociopolítica y macroeconómica: si su empeño (a mi juicio, anacrónico y equivocado) es no estar con los demás españoles y vender lo que producen, a franceses, belgas, ingleses y alemanes, esto es: si quieren irse, que se vayan… ¡Pijo!

viernes, 15 de julio de 2011

SANIDAD: GRATIS TOTAL


Todos sabemos que la frase que da título a este artículo es, ante todo, un poderosísimo estímulo al consumo… de lo que se trate… da igual: ¡siendo gratis!
Es altamente valorable que el Estado asuma como un deber la protección de la salud de la población, incluyéndola entre sus máximas prioridades. Así sucede en nuestro país, donde está garantizada la asistencia sanitaria, mediante un alto compromiso de  rango constitucional (Art. 43).
Está muy arraigado en el acervo cultural, el hecho de asociar cualquier deber institucional con el correspondiente derecho ciudadano: La obligación legal de atención sanitaria,
genera automáticamente el derecho a la salud de las personas… y no es exactamente así.
Financiado con los impuestos de todos, el Sistema Nacional de Salud vela  para cumplir ese compromiso y para lograr hacerlo con justicia y equidad: Garantía de asistencia universal, no de curación y salud.
Lo hasta ahora manifestado no es discutido por nadie, siendo al contrario reconocido por propios y extraños.
La crisis aparece cuando la absoluta gratuidad provoca el abuso del servicio público… lo que viene sucediendo respecto a la red sanitaria del SNS.
Estamos de acuerdo en que no es lo mismo el valor de una cosa (bien o servicio) que su precio. No siempre lo más valioso cuesta más,  pero el precio sitúa cada artículo de consumo en un lugar determinado, respecto al que ocupan los otros. Antes que la moneda ya existía el trueque.
También constituye otro tópico cierto aquel que proclama “lo que más  importa, ciertamente es la salud”
Por tanto, para poder seguir considerando al máximo el valor salud, tal vez merezca la pena discutir seriamente sobre el precio a pagar por ella.
¿Realmente alguien cree con fe ciega que, a coste cero, seguirá estando para siempre asegurada la asistencia sanitaria que hoy disfrutamos?
¿Tan ciegos estamos que no  observamos lo que está ocurriendo en todos y cada uno de los países que nos rodean?
¿Tenemos en España la vara mágica, de la que no disponen en ningún otro lugar, aunque sean más ricos y socialmente más avanzados?
¿Son todos ellos insolidarios y nosotros más altruistas que el resto del mundo?.. ¿o se trata, una vez más, de un lamentable populismo que nos podría conducir a la ruina?
La compañía que presta el servicio urbano de autobuses en mi ciudad, dice no poder pagar las nóminas de sus empleados, lo que ha provocado un paro total de dos días, con ausencia absoluta de ese transporte público y el correspondiente perjuicio para los usuarios… sin entrar en el análisis y las razones del conflicto, sólo señalar que, con motivo del problema, se ha sabido que no pagan el precio del billete, ni los pensionistas, ni los estudiantes, ni las familias numerosas… claro que eso está muy bien para los agraciados pero, con tanto beneficiario, las cuantas no les salen… o al menos, eso dicen. El Ayuntamiento, muy gentilmente, compromete las subvenciones… pero luego le falta presupuesto para poder compensar a la empresa. La realidad es compleja y las cuentas, aún más.
Más vale pagar un poco al recibir un servicio sanitario de calidad, ya que nuestros tributos nos otorgan a todos el derecho a usarlo y la garantía de su existencia, que asistir a su lenta agonía y posterior defunción, eso sí: no aportando absolutamente nada al utilizarlo y creyendo ingenuamente que esta “ficción”  podrá perpetuarse para siempre.
Conclusión: ¡Copago disuasorio, sin afán recaudatorio, sensato,  razonable y asumible… cuanto antes!.





martes, 10 de mayo de 2011

TONTOS


Los hay donde vayamos: en cualquier lugar, ambiente o corporación. En cada pueblo, ciudad o país… a menudo con mando: en la empresa, la organización, la fundación, la sociedad recreativa, la cofradía, el club, el municipio y la región… Respecto a las profesiones, ninguna está al margen: se encuentran con bata blanca, togados con puñetas, fedatarios públicos y otros altos funcionarios, empresarios, ingenieros, arquitectos, profesores universitarios, investigadores, conferenciantes, uniformados, abogados con bufete, banqueros (pocos), economistas y financieros, escritores y periodistas, tertulianos y opinadores (radiofónicos o televisivos)…
La lengua castellana, en su extraordinaria riqueza, cuenta con innumerables vocablos para designarlos, muchos de ellos, con matices sutilmente definitorios: tonto clínico (imbécil, idiota), tontorrón, tonteras, tonto de nacimiento, tontico, tontín, tonto de capirote, tonto con oposición, tonto con carrera, tonto doble, tonto por familia, tonto de remate… y así, hasta muchos más del ciento. De entre ellos, destacan unos, rematadamente tontos, cada vez más abundantes y perniciosos, tales son los “tontos estimulados, con estudios o ilustrados”. Fácilmente detectables en las tediosas reuniones de las comunidades de propietarios, también en las de padres de alumnos, e incluso en las sesiones parlamentarias, en sesiones hospitalarias anatomo-clínicas ó en las juntas de accionistas. Esos necios (tontos que se tienen por listos, siendo ignorantes, imprudentes y tercos) son especialmente patéticos, por impertinentes, inconsistentes y molestos. Brotan espontáneamente ante cualquier dilema y frente al suceso más nimio. Se auto designan como  líderes, representantes o portavoces. Se crecen oyéndose y gozan sintiéndose escuchados. Lo peor de estos especímenes, es que, teniendo iniciativa, arden en deseos de ponerla en práctica. No estando dotados de mesura, entorpecen y envilecen, degradando el nivel general e insultando al talento y a la cordura del resto de los convocados.
La inteligencia es siempre  referenciada: se es más o menos listo, en relación con otro, que lo es mucho más o mucho menos. Todos presentamos carencias, pero no deja de ser llamativa la falta de lamento sincero al respecto. Nadie se queja de ser tonto… y siendo esto así: ¡tal vez no esté tan mal serlo!
“Ándeme yo caliente y ríase la gente”, escribió D. Luís de Góngora y Argote allá por el Siglo de Oro, y no conocemos a esa gloria de nuestras letras, precisamente porque fuera bobo…, aunque por tal lo tuviera el genial Quevedo.
De modo que, siendo los tontos legión y no protestando ninguno, estando en todas partes y no sintiéndose en alguna de ellas extraños, más nos vale tolerarlos, aguantarlos y compartirlos… pues ellos no descansan nunca y nosotros nos aburrimos o desesperamos, dándoles margen y oxígeno para sus sandeces, así como credenciales, oropeles, distinciones y agasajos, que estimulan su majadería y su poco sentido común.
A veces, hasta los votamos: los designamos y ungimos como nuestros legítimos representantes y además los aclamamos… para después lamentarnos.
Dadas estas paradojas, la cuestión es peliaguda: ¿Quiénes son listos y quiénes tontos? ¿Dónde está el umbral que marca la diferencia? ¿Cómo se establece? ¿Cuál es nuestro lugar en esa clasificación?.
Los zoquetes no suelen dudar: son tercos y convencidos, siendo como es la duda, distintivo de prudencia y sagacidad.
El más tonto se tiene por listo y el auténticamente listo, bien duda de su inteligencia: ¿Quién se enfrenta al mayor problema?.

martes, 19 de abril de 2011

HOMBRE DE PESO, NO DA EL PERFIL


Frecuentemente describimos como hombre de peso, al varón de excelente trayectoria profesional.
Es un concepto tan asumido, que no precisa aclaración ni explicación alguna.
Se dice del político destacado, del experimentado médico, del académico, del brillante investigador, del científico, del profesor conferenciante, o de cualquier otra persona, muy cualificada, que ha conseguido triunfar en su actividad.
Raro es no terminar la presentación de un ponente, con la síntesis comentada: ante ustedes, un auténtico hombre de peso.
Además de lo anterior, últimamente está de moda la constante referencia al perfil de cada cual: si es, o no es, el adecuado. En definitiva: si dá o no dá el perfil.
Si das el perfil, estás salvado
… pero si no es así: malo
La has fastidiado
Independientemente del abuso que se hace de ambas metáforas, el problema surge de su obligada e imposible simultaneidad: ¿Cómo voy a tener un buen perfil, siendo un hombre de peso?
¿Es posible la ética sin la estética?
¿Estamos dispuestos a perdonar la estética, a cuenta de la ética?
La tolerancia es uno de los valores en alza, pero… ¿también para con el del manifiesto sobrepeso?
Hoy asumimos que todos son inocentes, mientras no haya sentencia firme (…si alguna vez se alcanza).
Admitimos, bromeamos, convivimos y cenamos con el “sospechoso” de enriquecimiento fraudulento, con el “presunto” implicado, con el “supuesto” deshonesto… y con sus “señoras”. Todo sea por la presunción de inocencia, por las garantías procesales y por el buen nombre del no condenado… ¡Que para eso están los tribunales!... lentos, pero seguros
¿Qué pasa mientras con el gordo? Con ése: ¡caña! ¡Caña al gordo!
Aún siendo un “hombre de peso”… o precisamente porque lo es.
Las paradojas son parte esencial de la vida social y no es raro encontrar al “de peso” (con limpia, esforzada y noble trayectoria), cuestionado, afeado y criticado por el “sospechoso”, el “supuesto” y el “presunto”, y todo porque “no da el perfil”… o lo tiene manifiestamente mejorable.
Generosidad y aceptación siempre para con el otro (incluida su otra: legítima o no), para eso están la educación, la cortesía y las buenas formas… y con el del discreto sobrepeso y su legítima… lo dicho ¡caña!.. ¡En interés de su salud!
¿Acaso son sanos la mala conciencia, la incertidumbre derivada del temor a que salga a la luz lo oculto o el miedo a la delación del cómplice-correligionario? ¿Seguro que duermen bien?
¿Para que están la madurez, el sentido común, la discreción y el conocimiento (aunque sea de oídas) de que existe la Genética, condicionando casi toso, también el perfil?
¿Es tan fácil adelgazar como dejar de ser mafioso?... lo primero cuesta mucho, lo segundo, al parecer, cuesta aún más.
Los kilos de sobra pueden tener origen metabólico, familiar, infantil, psicológico, incluso sociológico… Normalmente se trata de un compendio de todos esos orígenes.
Es muy importante la estética y hay que intentar perseguirla (o lo que es lo mismo: cuidarse), pero… ¿Qué hay de la ética?
Si aceptamos al infame, al corrupto, al mezquino, al miserable, al tacaño y a veces al delincuente (mientras la Justicia no se pronuncie, e  incluso después) ¿Por qué no algo más de generosidad respecto a los hombres (y damas) de peso?

lunes, 18 de abril de 2011

PATERNIDAD PUTATIVA


Del Latín Putare, consideración. De ahí el término castellano “reputación” y sus derivados.
Según el diccionario, se aplica al familiar que se tiene como propio sin serlo.
Tal era el caso de San José, “Padre Putativo” de Jesús, ya que no lo era biológico. Por la costumbre de escribir las iniciales PP, al pie de sus esculturas, nació el hecho de llamar “Pepe” a todo el bautizado como José.
La paternidad, respecto al hijo putativo, suele ser asumida  como natural aunque legalmente no equivale a la adopción ni genera las mismas obligaciones y derechos recíprocos. Es bastante frecuente en esferas específicas, como son el mundo académico, el sanitario y el jurídico.
No es raro que los discípulos de quien es reconocido como maestro, lo tengan por su padre putativo.
Nada es más valioso que la sabia impregnación del acervo cultural, profesional y vital del otro, derivado del contacto intelectual con él.
El que es realmente maestro, lo es sin proponérselo.
Ya hemos citado aquí el Juramento Hipocrático, donde goza de un gran arraigo el concepto que comentamos. Allí  se declara literalmente: Juro tener al que me enseñó este arte en igual estima que a mis progenitores, compartir con él mi hacienda y tomar a mi cargo sus necesidades si le hiciese falta (traducción del Prof. Diego Gracia)
Poco satisface más al maestro que la constatación de que, tras dilatada trayectoria docente, ha terminado creando escuela.
Esto significa mucho para él, al objetivar que su enseñanza ha sido lo suficientemente fértil como para fructificar y perpetuarse, más allá de su presencia y existencia biológica.
El discípulo ostenta una categoría superior al alumno, es un continuador de la obra, la filosofía y los valores propios, algo  similar a lo que se espera del hijo.
Teniendo en cuenta que nada hay más importante y gratificante que el hecho de ser padre, contar además con algún hijo putativo es sumamente reconfortante.
Esa relación debe ser generosa y desinteresada, como lo es todo lo tocante a la paternidad, estimulando y animando al profesor, como persona y como docente, porque muchos,  siendo ambas cosas (profesores y docentes) nunca llegarán a ser reconocidos como maestros.
Para finalizar, enfatizar en la irreversibilidad de la paternidad. Tal vez sea este vínculo, el único al que jamás podremos renunciar. Cuando el bebé de muy pocos días se nos agarra al dedo pulgar, con escasa fuerza y extraordinaria ternura, no somos conscientes de que ya nunca nos soltará…
Eso es lo trascendental de ser padre y, por extensión, ésta es la suerte de tener un hijo putativo. La clave está en la noble reciprocidad y en el enriquecimiento mutuo.

En agradecimiento a Elena García Quiñones, abogada que ejerce en el complicado mundo del Derecho Sanitario (tan cercano a la Bioética y a la Medicina Legal) porque, jocosa y entrañablemente, se siente “hija putativa” y como tal es apreciada.




martes, 12 de abril de 2011

HOY SOMOS, MAÑANA ESTATUAS


Con este popular y rotundo argumento, se sintetiza acertadamente lo impredecible del proyecto vital.
Lo que tenemos es presente, enriquecido con lo aprendido del pasado y lo esperado para el futuro.
La vida sucede mientras la programamos, transcurriendo, en la mayoría de las ocasiones, al margen de nuestros deseos y expectativas.
Solamente es segura su irreversibilidad: No hay vuelta atrás.
Somos mientras estamos vivos y desconocemos en qué momento pasaremos a la otra categoría.
Frente al dilema shakesperiano de Hamlet, hay que optar por el “ser”, con la seguridad de que el “no ser” también llegará.
Tal vez por eso, merece tanto la pena vivir.
Nacemos, nos afianzamos, disfrutamos (o no), nos perpetuamos (o no), nos deterioramos y nos vamos.
El balance es personal y variable, pero el resultado final siempre es el mismo. Frente a esa certeza, surge la idea de trascendencia como respuesta tranquilizadora ante la incertidumbre y el miedo, ambos están en el origen de mitologías y religiones. Ellas funcionan como potentes ansiolíticos sociales e individuales.
Lo verdaderamente interesante es que uno pueda reflexionar, durante un instante, y llegar a la conclusión de que ha merecido la pena. 
Algunas andaduras vitales acumulan tal grado de amargura, sufrimiento y frustración que, desde fuera, podríamos pensar que no merecieron la pena… pero: ¿Quién lo establece? ¿Cuándo? ¿Con qué criterio?
Cierto es que llegaremos a “estatuas” pero nunca antes de haber “sido” 
Morir está irremediablemente vinculado al hecho de haber nacido.
Conocido lo anterior, debemos estar muy alegres por ser unos triunfadores: como especie, constituimos el mejor logro, el más sofisticado e inteligente, tras 3.500 millones de años de selección natural y evolución: ¡Ya nos vale!
Pero no sólo somos ganadores en cuanto que especie animal, además, cada uno de nosotros es el resultado de la lucha victoriosa de un espermatozoide contra otros 10 millones de células germinales masculinas, que no fueron capaces de fecundar al único óvulo femenino por el que compitieron.
De modo que…
¿Cómo no vamos a querernos?
¿Quién tiene un problema de autoestima?
En  Primavera, procede un canto a la renovación, al placer de estar vivo y poder experimentarlo, también a los sentimientos, que dan color a la vida, haciéndola valiosa, atractiva y defendible.
Es buen momento para ahondar en la alegría, la ternura, la generosidad, la tolerancia, la camaradería y la “amistosa canallería”.
Ésta última (la canallería), adereza  con ironía la triada básica de los sentidos que nos son útiles para andar por la vida: sentido común, sentido crítico y sentido del humor.
Valga un cierto elogio a la heterodoxia: no siempre todo cuanto hagamos, ha de ser lo esperable, lo correcto, lo recomendable o lo procedente.
¿Qué pasa con la trasgresión y el pecado… ¿acaso no tienen un cierto encanto?
Siguiendo a Neruda, cuando ya esté recorrido el camino, será muy agradable poder confesar que hemos vivido (con sana mezcla de nostalgia, autocrítica y satisfacción).


Artículo anterior:

Acercamiento antropológico a la medicina y a la religión, en la génesis del poder y del derecho.
Revista: “Actualidad del Derecho Sanitario”, 2009



Dedicado a mi fiel amiga y lectora Mª Paz Rodríguez Martínez, siguiendo su oportuno e inteligente consejo, respecto a la posibilidad de comentar algo, en este blog, sobre el encanto y la bondad de la vida.

viernes, 1 de abril de 2011

LA SOBERBIA DEL ACÓLITO


En la Iglesia católica, la persona que ayuda al sacerdote en el altar.
Por extensión popular, el ayudante que se inicia en el conocimiento de un oficio, bajo la tutela del maestro y con la pretensión de aprender lo fundamental de esa actividad para ejercerla en el futuro.
Por su clara intención formativa, a los acólitos de entornos ajenos al litúrgico, se les denominó siempre aprendices.
La estructura laboral medieval, basada en los gremios, transmitía  las claves artesanales mediante esa forma de adiestramiento.
Era socialmente útil y garantizaba la continuidad de las distintas labores, con lo que estaban atendidas las necesidades colectivas.
Para la Medicina, lo expuesto no es ajeno. Ya en el Juramento Hipocrático (establecido por los discípulos de ese médico griego, del Siglo V a C) se declara  “Tendré al que me enseñó este arte en la misma estimación que a mis progenitores”, lo que autores contemporáneos, traducen como: “Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud”
Una de las características de la juventud, ha sido siempre la impaciencia y el afán por acceder, cuanto antes, al anhelado estatus del que domina el arte. Esto es positivo porque fomenta el interés por la adquisición de las necesarias habilidades, pero, si se manifiesta de manera desmesurada y precipitada, aniquila la  esencia natural del procedimiento: impregnación lenta, pausada y segura, del caudal de conocimiento propio de una actividad concreta.
Las gentes, conocedoras de las prisas adolescentes, acuñaron hace tiempo la frase que da nombre a este artículo (la soberbia del acólito). Con esa síntesis gramatical, reflejaban y criticaban lo detestable que resulta aquél que, creyéndose inmediatamente tan capaz o más que su maestro, muy prematuramente lo cuestiona o ridiculiza, exigiendo su misma consideración, respeto y remuneración.
En el específico campo de la enseñanza médica especializada, sucede a veces que, los que están en periodo de formación o, peor aún, otros sanitarios con menor preparación (en contenido, calado y duración) se muestran intransigentes y ácidamente críticos con quienes trabajan, y de quienes pueden y deben aprender.
Al cuestionar constantemente la figura del médico experimentado, proyectan una patética imagen, mostrándose como auténticos “seudo-enterados” y reflejando, a veces ante los propios enfermos, una mezcla de malsano deseo de protagonismo, vehemencia y resentimiento por no ser ya, como el que denostan.
Supongo que ocurrirá algo parecido en otros ámbitos laborales y considero lamentable que la excesiva tolerancia hacia esa equivocada actitud, prive a la sociedad de los auténticos y templados profesionales que necesita.
Hasta la mejor fruta, precisa tiempo para madurar. Cierto es que el saber está en los libros… y ahora, también en la red, pero, salvo para excepcionales genios, el mecanismo del aprendizaje tiene mucho de observación, imitación, repetición, acierto, error, adquisición de hábito y de técnica, y… bastante paciencia.
Solo terminar señalando, por si existe alguna duda, que nada es más saludable que el sometimiento de todos al juicio crítico de los demás, incluidos médicos, catedráticos, arquitectos, jueces, notarios, economistas, periodistas, ingenieros, arquitectos, etc, con cualquier edad, antigüedad o recorrido profesional… lo uno, no anula lo otro.

martes, 29 de marzo de 2011

SOCIEDAD ACTUAL: FIGURAS, FIGURONES Y FIGURANTES


El 27 de marzo se celebró el día mundial del teatro, lo que, junto a la proximidad del carnaval, me ha hecho reflexionar sobre el concepto de la “máscara”, origen de la comedia griega y símbolo máximo de ese arte.
El tema va de personas y personajes: de quiénes somos y quiénes fingimos ser.
El participante en la representación helénica utilizaba la máscara como herramienta facilitadora del arrojo necesario para hacer crítica social.
Todos llevamos máscara: que cada cual intente presentar ante los demás su mejor perfil, es lógico y natural, además resulta útil y hasta agradable.
Lo lamentable es caminar por la vida en permanente carnaval, con la careta adosada y la simulación entronizada.
Casi todo es ficción, como dice Aute, en su canción: ¡cine, cine, cine, cine, más cine, por favor!
¿Tiene sentido? ¿Es gratificante? ¿Merece la pena?
Según parece, sobre todo en determinadas actividades: Sí.
Cuando mis hijos tenían una edad más receptiva, les insistía machaconamente:
Procurad no estar siempre en escena, salid de ella con frecuencia y naturalidad, relajaos de vez en cuando, no os agotéis fingiendo, no es edificante, ni cómodo, ni noble. No compensa.
Y ahora, lo proclamo igual: mostremos lo mejor de nosotros… pero no como lo único. Esa mantenida falta de autenticidad es falsa y estéril.
Observo con desmesurada frecuencia, que la hipocresía y el cinismo presiden las relaciones humanas: personales, profesionales, sociales, nacionales e internacionales.
Existe una especie de consenso tácito, que tolera y fomenta el juego de ser lo que no somos.
Los “figurones” están en cualquier ámbito: empresa, universidad, sanidad, administración, economía, arte, comunicación y… política.
A menudo ocupan las mejores posiciones y no descansan ni cuando están dormidos, si es que son capaces de conciliar el sueño, porque abundan los que duermen con un ojo abierto… ¡no vayan a perderse algo!
Recuerdo a Mafalda, la genial niña del comic argentino de los años 60, cuando, sorprendida, le preguntaba a su madre, que quería iniciar estudios universitarios a destiempo:
Mami: ¿Para qué necesita tú estudiar ahora?
… Para ser alguien, hijita, le contestaba con cariño y contundencia.
El problema es que demasiada gente quiere “ser alguien”, sin esforzarse mínimamente, sin formación, ni preparación, ni bagaje, ni experiencia.
¡Cuánto indocumentado! ¡Cuánto personaje incompetente!
¡Menuda tropa!
¿Dónde están los geniales, los imaginativos y creativos, los del verdadero talento? ¿En que lugar se esconden?... ¡Con la falta que nos hacen!
Me niego a creer que se secó nuestro país, tan históricamente prolífico.
¿Viven acobardados, desencantados u horrorizados, viendo lo que ven?
Peor aún: ¿Van exclusivamente a lo suyo… por ejemplo, a ganar dinero?
Muy pronto, seremos llamados a las urnas, lujo éste del que no disfrutan en todas partes; Ahora estamos viviendo los sucesos en dominó del mundo árabe… y lo que falta por llegar.
La duda ante cualquier comicio es: ¿Se dirá algo interesante y creíble?
¿Seguirán la mayoría con la máscara colocada?
¿Participaremos de nuevo, en esa puesta en escena?
Valorando la democracia, sin la menor duda, como la menos mala de las formas de gobierno… ¿Hasta cuando seremos comparsas de esa representación?
¿Cuál será nuestro papel? ¿Solamente el de “figurantes”?
Con tanta “figura” vendiendo humo y luego inhalando hasta el olor residual a chamusquina…
… ¿continuaremos todos en el gran teatro del mundo?
¡Con cuanta razón, los clásicos lo son!

viernes, 28 de enero de 2011

MUCHA IDEOLOGÍA Y POCAS IDEAS


Hasta en el mundo sanitario se observa muy frecuentemente que  predomina la ideología sobre las propias ideas.
Ante cualquier duda o dilema de carácter ético, el debate tarda  poco en redirigirse hacia las tendencias políticas de los contertulios. Da igual que se discuta sobre el aborto, la objeción de conciencia, la eutanasia, la equidad, el preservativo, la píldora del día después, el testamento vital, el consentimiento informado, la responsabilidad profesional, el menor maduro, la mejor manera de morir... ó el color de la pintura de las habitaciones
Claro está que todos tenemos derecho a coincidir con un determinado planteamiento ideológico y a identificarnos con  lo postulado por una concreta formación política... pero no estaría mal que, antes de eso, intentáramos esforzarnos un poco, en alarde de nuestro propio razonamiento... y después, buscar las mayores coincidencias entre lo pensado por uno y lo promulgado por un determinado partido, que será el que más fielmente refleje las conclusiones de nuestras elucubraciones.
Es muy frecuente, casi constante, ver a los líderes políticos, durante sus mítines, respaldados por gran cantidad de jóvenes, lo que lógicamente pretende proyectar una imagen de modernidad, dinamismo y frescura intelectual, lo propio de la juventud.
Está bien... pero la pregunta es, ¿todos ellos tienen ya firmemente asentado un claro posicionamiento en política? Y si es así...  ¿seguro que lo han madurado y reflexionado suficientemente?
¿Es la adolescencia y temprana juventud, el momento más apropiado para la adscripción incondicional?
Sin atisbo de crítica hacia las organizaciones juveniles de las formaciones políticas, me permito introducir una reflexión: La llegada a la “cosa pública” y la entrada activa en ese mundo, ¿no sería mejor y socialmente mas útil, realizarla después de una cierta trayectoria personal y profesional, y de  la acumulación de un poco de bagaje? ¿Será con seguridad un acierto el itinerario vital decidido por esos jóvenes? ¿Todos serán políticos de profesión?
Estimo que, al margen de que crean fervientemente en una concreta ideología y se identifiquen con ella, desde muy temprana edad, tal vez sería mejor que mantuvieran sus mentes algo más abiertas a otras tendencias y al resto del pensamiento... aunque sólo fuera para rechazarlas con criterio más maduro y un mayor conocimiento de causa.
Una juventud con preparación académica e intelectualmente bien formada, debe ser el yacimiento fundamental para la genialidad y la innovación cultural, eso es imprescindible para todo país que pretenda garantizarse un futuro mejor. En ello deberían  emplearse a fondo los adolescentes y jóvenes... y tiempo habrá para “entrar en política” e incluso para “quedarse en la política”
Sin ninguna intención de molestar a nadie, me parece patético aquel cuyo único mérito para dedicarse a la “res pública” sea el mucho tiempo concedido a su partido, tanto tiempo que no pudo hacer otra cosa: nunca contrastó opiniones, no leyó otros libros, no se acercó ni experimentó otras formas de ver la vida y la política, no bebió de otras fuentes filosóficas o sociológicas.
En definitiva, en ningún momento intentó generar alguna idea original porque siempre tuvo suficiente con la ideología de su partido, la cual nunca cuestionó.